jueves, 24 de abril de 2014

nihil est


Siempre me siento como las olas del mar que se rompen en las rocas. El dolor constante, eterno, de deshacerse y no morir.

De saber que te estrellas día a día, minuto a minuto contra ti misma, contra tus mitos y contra otros, pero sigues viva

Está muy miserable esto de vivir como Sísifo, Prometeo qué, él fue perdonado. A nosotros nos espera la condena eterna de vivir la vida

El problema reside en que esperamos demasiado de la vida, como si esta nos debiese algo; como si nosotros valiésemos la pena.