viernes, 3 de mayo de 2024

Gracias

El mundo se desmorona

a diario

con cada noticia

con cada silencio


Cada día despierto

nombrando un nuevo terror

descubriendo palabras

diagnósticos y síntomas


Entre cajitas de pastillas

y coronas de flores

y el aroma indeseado de las rosas


Tus ojos sobre mí

Tu mano tomando la mía

Tu vientre liso, desnuda

a mi lado respirando

Estamos vivas

Estás aquí

Estoy aquí


Cuando este mundo

pequeñito, ínfimo

donde habito

se desmorona

siempre están ahí

tus ojos

oscuros

encendidos

mirándome

Trayéndome de vuelta.




3 de mayo 2024



jueves, 12 de octubre de 2023

girando, girando y girando

Tengo que entregar una tarea de la maestría pero soy incapaz de escribir un solo párrafo. Tengo toda la tarde así, de hecho el malestar me llegó tempranito y no lo hablé con nadie. Es como si otra cortina se hubiera corrido encima de mí desde hace más de un mes. Puedo ver, sí, pero no veo nada claro.

Me mantengo funcional: hago mis comidas, tomo suficiente agua y ya me río de los chistes que se cuentan a mi alrededor.

El mundo no se detuvo cuando murió Joseph y tampoco se detuvo cuando murió mi papá. Sí se detuvo pero no se detuvo ¿me explico? la que gira sobre su eje, desorientada, pagando el agua, la luz, comprando comida como si nada hubiera sucedido soy yo.

Y aquí sigo, preguntándome si las cosas hubieran sido diferentes de haber hecho las cosas distinto o siquiera si me hubiese podido despedir. La tanatóloga me canceló la cita de mañana, no pasa nada. Siempre habrá otro jueves.


Los extraño, ojalá no se hubieran muerto así.
Esto es demasiado para un corazón como el mío.





jueves, 21 de septiembre de 2023

Mi papá, quesito oreado y caldito de papas

 Un día desperté y me sentí enferma

enfermó también Lluvia, quien dormía plácidamente a mi lado

yo vivía sola, ella estaba de visita

y teníamos la instrucción de no salir:

"hay que detener la cadena de contagios

estamos en pandemia, virus aquí y allá"

tenía un hambre y una desolación

un miedo de morir, de que ella muriera

estábamos bien, oxigenando arriba de 90

pero estábamos solas

"ah, un caldito de papas con la receta de mi 'amá" pensé

pero no podía salir

tenía papas, tenía cebolla, tenía tomates, 

chiles verdes en el refri

pero no tenía queso

pero no podía salir

"hay que detener la cadena de contagios"

me recosté en la cama pensativa, ideaba alguna otra receta

pero nada tan afín se me ocurría

"hay que detener la cadena de contagios,

el caldito de papas lleva papa en cubos, chile, cebolla y queso

un caldillo de tomate, ajo y sal"

y entonces como una aparición la voz de papá frente a mi reja

"hija, sal" y me asomo en la ventana

era él, no tenía idea de cómo ni por qué pero era él

me visto rápido, salgo apresurada, avergonzada

(él nunca supo que yo dormía junto a una mujer

o tal vez siempre supo, no lo sé)

traía en el rostro una sonrisa enorme como siempre

y entre sus manos amorosas un queso oreado 

envuelto cuidadosamente en papel

justo lo que necesitaba

justo lo que me hacía falta

sentir su amor, sentir su mirada sobre mí

sentir que me quería aunque no me entendiera

sentir que como él decía, yo era su única estrella

justo lo que necesitaba

un quesito oreado

mi papá ahí, inesperado


Esa tarde hice el mejor caldo de papas del mundo

mi papá tiene veintisiete días que partió de este plano

que cruzó el ancho río

que decidió ser libre para siempre






miércoles, 9 de agosto de 2023

Transitando el Rubicón

 

Ahí lo verán pasar en un Rubicón


Mamá y yo en la sala como siempre viendo series un sábado

Juntas, silentes, plácidas

“fulano cruzó el Rubicón”, dijo flemático un personaje de Downton Abbey (está buena, recomiendo)

Y pienso “vaya, el Rubicón es otra cosa”

Rubicón, como los carros

Rubicón como la canción de Peso Pluma

Pero más que nada

Rubicón como el jeep de mis sueños guajiros

El Rubicón es un río en el nordeste de Italia

“alea iacta est” gritó Julio César una noche y su ejército lo cruzó en busca de sangre y tierras

“la suerte está echada”


“Cruzar el Rubicón”, leí en internet

Es una expresión utilizada para aquellos que pasan por una situación delicada y no pueden dar paso atrás

(Como tú)

Transitar el Rubicón

perder el paraíso infantil

enfrentar la sobrevida

Un Rubicón, tu rostro, un blunt, el cielo

Tu foto en las dunas

De pie sonriente frente a un jeep

¿será un rubicón?

Tu playera polo verde, tus lentes como siempre oscuros

“ahí te vieron pasar en un Rubicón”

Y así fue

También tú cruzaste un río del que no es posible regresar


-


(Te adelantaste, hermano, luego nos veremos)





sábado, 10 de junio de 2023

Escribe*

 Escribe

todo aquello que te duele

todo aquello que te cansa

todo aquello que te agobia


Escribe

la primera caricia

el primer abuso

la primera vez que te quedaste sin voz

queriendo gritar


Escribe

la maravilla que es besar a otra mujer

asir tu sexo curiosa con la mano frente al espejo

la angustia que sentías de ser descubierta

descubiertas

la primer Cosquillita (así con mayúsculas)

el primer "ojalá no hubiera nacido"

el primer "desearía estar muerta"


Escribe

cada crisis en la escuela

todas las burlas que te hicieron por gorda

cada noche con miedo a que tu papá esta vez si matara a tu mamá


Escribe

lo poderosa que eres

la magia qué sólo son capaces de crear tus manos

cada receta de cocina

cada instrucción de qué hacer si un día te mueres


Escribe

tu parte de la historia con esa amiga que ya no te habla

tu versión de aquella ruptura tan dolorosa

el testimonio puntual de aquello que no eres capaz de contarle a nadie


Escribe

experimenta el gozo de tomar la pluma

el lápiz

la máquina

el teclado

el cansancio en las muñecas

el miedo al no poder nombrarlo todo con palabras, la emoción


Escribe

como forma de honrarte a ti, a tus abuelas de las que no sabes nada porque murieron mucho antes que tú nacieras y no dejaron (parece) nada escrito


Escribe

pon el sello

deja marca 

para que nadie nunca cuente tu vida por ti




Itzel Avilez 


*Poema escrito en la última sesión del taller de escritura autobiográfica para mujeres "¿Escribimos juntas?" impartido por Lluvia Méndezmartinez "Lluviedad" en junio de 2023


domingo, 20 de noviembre de 2022

Para Lluvia 



Las señoras que se gustan

Se empeñan en gustarse

Más allá de los miles de kilómetros

Que se dice que las separan,

Se envían libretas, libros, cartitas

Las señoras siempre ven la manera

De amarse sin pudor,

De volar a sus treinta, sus cuarenta o cincuenta y tantos

Las señoras que se aman

Ahorran por meses

Y toman aviones, autobuses,

Taxis, colectivos para reencontrarse

Con ella, con ellas mismas

 

Y cuando sus familias, sus amigas les preguntan

¿no te da vergüenza?

O un cauteloso ¿crees que vale la pena a estas alturas?

Las señoras que se gustan

Que se aman

Que se saborean

Clavan sus ojos hacia dentro,

Evocan todas las veces

Evocan todas las voces

Todas las mares,

Un dedito anhelante por aquí

Una pierna danzando por acá,

Un tomarse las manos al cruzar la calle

Un despertar suavecito

suabesitos

Y se ríen bajito o fuerte

Cada una a su manera

¿vergüenza de qué? –responden

¿cuál pena?

Si no hay gozo más hondo, más tierno, más honesto, generoso, más complejo, más cálido y oscuro

Si no hay misterio más gozoso

Que amar y ser amada

Por una igual

Una mujer

Una semejante.

domingo, 28 de agosto de 2022

 

Existo desde siempre en esta esquina de la Campiña, las calles, como yo, tienen nombres de flores y árboles: sauces, jacarandas, naranjos, abetos.

Existo desde siempre en esta esquina –claro, hasta donde puedo recordar-, mis hermanas árboles del parque que se encuentra cruzando la calle dicen que no tenemos principio ni fin y yo les creo, tomo su palabra con fervor florido: son las grandes abuelas que sobreviven a las calles de concreto que nos puso encima la urbanización de los hombres. Remataron nombrando a este sector “La Campiña” y todas estamos de acuerdo en que el nivel de su cinismo no tiene comparación: antes éramos río, el río Tamazula. Nuestro nacimiento, aunque no tiene un sitio definido, puede rastrearse a la Sierra Madre Occidental, nuestra madreabuela ancestral con la que también somos una. Nacimos en Sinaloa pero también en Durango, en Baja California y en Jalisco. Cada tanto me gusta asomarme a ver cómo andan las demás en Zacatecas y las abuelas volcanes en Colima.

Todo va bien pero a la vez no tan bien. Cada que talan una de mis pequeñas raíces la gran madreabuela solloza en todas partes, cada que algún malintencionado en el parque hunde el filo de alguna navaja coqueta en una abuela árbol siento mis ramitas tensarse y me sale una nueva espina ¿no les conté, soy, por ahora, un pequeño arbusto espinoso, me coronan florecitas entre verdes y rosadas que forman hélices de dos alitas. Soy la más vistosa y al mismo tiempo la más invisible. Estoy un todas partes.

Ayer por la tarde cruzó una chica que hacía un año humano no reparaba en mi esquina, no me reconoció porque mi vestido anterior era de girasoles y florecitas guindas. Se le veía triste en aquel entonces, bastó una mirada para reconocer en ella la traición y mil preguntas. Se detuvo a fotografiarnos y siguió su camino.

El tiempo de ambas transcurre distinto, entre nosotras no existen los años, el sol y la luna nos saludan cada día y cada noche, aprendí de mis abuelas árboles y la madreabuela sierra a cambiar mis vestidos cada tanto para permanecer, ahora soy un pequeño arbusto que una humana sale a recortar cada tanto: la verdad me gusta más este nuevo peinado, algunas dicen que fui domesticada, ya no soy el alto girasol silvestre que los hombres que pasaban solían lastimar, soy un arbusto de casa que florece complacida.

Yo sólo pienso: aquí estoy, aquí permanezco, existo desde siempre, soy todas las flores al mismo tiempo.

Y bueno ¿qué esperaban? Si antes todo esto era un río.