sábado, 29 de agosto de 2020

La vida es una fiesta y yo soy la piñata.

Estoy llena de dulces y sorpresas. 

La gente que me admira también se turna para agarrarme a palos.

sábado, 22 de agosto de 2020

No hubo hospital ni mal debilitante, no hubo espera ni esperanzas o rezos ni placebos.


"Fallo orgánico múltiple secundario a laceración por proyectil de arma de fuego".


Un abrir y un cerrar de ojos. 


Un parpadeo y ya no estabas.





23 de agosto de 2018

viernes, 21 de agosto de 2020

anotaciones sobre la vida

 

“Cuando me muera quiero que me cremen y tengan mis cenizas en la casa para poder seguir cuidando a mis hijos”. Mamá, cuando la ocasión requería hablar de eso que muchas no quieren y otras asumen con paz refería esta como su voluntad inapelable.

A mí personalmente, en mi imaginación infantil, la idea de un horno me parecía terrorífica, supongo que aún no asumía lo que significaba para el cuerpo la muerte ¿y si me despierto y estoy ahí encerrada? (me pregunto si alguien asume realmente lo que significa para el cuerpo la muerte en algún punto de su vida). Descartaba la idea de mi cuerpo en una plancha reducido a cenizas por el fuego y la idea de mi madre pasando siquiera por la muerte me era impensable.

Años después unos hombres sin rostro asesinaron al más pequeño de sus hijos: el más pequeño de mis hermanos. Un joven astuto, amoroso, apenas entrando en sus veintes, como dicen por ahí: con toda la vida por delante. Vivir era su derecho inapelable.

Usualmente no hablamos de la muerte, y cuando lo hacemos hablamos de muchas cosas pero no de nuestro cuerpo. Me refiero al cuerpo muerto. Existen personas muy prácticas que ya tomaron una decisión: quiero tal, quiero tal. Paquetes funerarios, tu caja con madera y metal a elegir, todo un catálogo para sentir que tienes un poco de control sobre aquello que en realidad nadie controla.

¿Pensamos a menudo en nuestro cuerpo en tercera persona cuando de este se prive la vida? ¿lo hacemos sintiendo paz o miedo o alegría o ira?

El deseo muta constantemente, incluso aquel que en su momento es una voluntad inapelable. Todo se mueve.

“No, no no, a mí no me van a cremar, yo quiero que me entierren con mi niño.”

Todo se mueve.