viernes, 7 de febrero de 2025

Hoy quisiera ser un gatito al sol

no tener deudas

no tener sed

no tener miedo

posarme en una barda amarilla, apacible

no tener

un hermano muerto

otro hermano muerto

dos hermanos muertos

un padre que se fue

observando los árboles de neem embelesado

no conocer

el miedo a que muera mi madre

que el sol ilumine mi pelaje

que el dorado de mis ojos se pose

tiernamente

mansamente

dulcemente

y feroz

sin darme casi cuenta 

en mi indiscutible derecho

a vivir en paz


7 de febrero 2025



jueves, 19 de septiembre de 2024

No sé bien en qué momento comenzó.

Era el chiste y a la vez el regaño familiar: “ya estás todo hinchado otra vez, gordo, te vas a morir”, “estás amarillo, mírate, si te enfermas yo no te voy a cuidar, no quieres agarrar la onda”. A ratos me preocupaba, me hacía jugos verdes en ayunas, comía saludable y regresaba a mi color natural. Pero no dejaba de tomar.  No podía dejar de tomar. Era eso o vivir

era precisamente eso: tomar o vivir.

Vivir, todo lo que implica vivir.


Un día mi padre murió, borracho, solo y por su propia mano, yo fui el último en verlo. Tres meses después tomar jugo verde en ayunas dejó de funcionar, mi piel pasó de ocasionalmente amarilla a gris, nunca volvió a su color original.


Fui perdiendo todo: mi matrimonio, mi casa, mis fuerzas.

Dejé de tomar, dejé de comer lo que tanto me gustaba pero la enfermedad seguía avanzando. Irreversible.


Tengo un hijo, tengo una hija, tengo un gato y tengo miedo de morir.


miércoles, 17 de julio de 2024

Cascaritas de papa


Voy a partir de un lugar común: recordar es volver a vivir.


Continuaré en otro lugar común: escribió Eduardo Galeano en su Libro de los abrazos que recordar es volver a pasar por el corazón:  "RECORDAR: Del latín re-cordis, volver a pasar por el corazón".


Ayer fui a visitar a mi mamá, me ofreció tostadas de papa y res con su respectivo consomé. Estaban deliciosas. Me senté sola en la mesa de cedro que fue testigo de tantas comidas contigo.


Tantas risas.


El nacimiento de tu hijo, sus primeros bocados de comida sólida.


Su pastel de cumpleaños.


El nacimiento de tu hija, sus manitas regordetas sobre la mesa.


Partir la rosca en familia este 6 de enero pasado.


Tu último pastel de cumpleaños cuatro días después.


Lo pedí especialmente para ti: keto, sin azúcar, sin harina de trigo, chocolate:


decadente


delicioso


paliativo.


Nadie pudimos nombrar tu enfermedad en voz alta en estos poquísimos meses,


pensábamos que la volvería real.


que decir cirrosis nos acercaba a tu muerte.


Y ninguna de nosotras quería verte morir,


ninguno de nosotros quería despedirse.


Mamá, nuestra amá me llevó a comprar café y al banco después de comer y bajando por el cerro encementado de concreto donde crecimos ella, tú, nuestro padre, nuestros hermanos y yo fuimos testigos del atardecer más hermoso. Naranja, morado, azul y verde, malva y rosa. Le dije (otra vez) que ese cielo me recordaba la última tarde que pasé a tu lado, la última vez que te vi de pie, maravilloso, esperanzado, divertido como siempre.


A la vuelta, subiendo el mismo cerro, me dijo: "Hoy me acordé mucho del Gordo. Empecé a pelar papas para hacer las tostadas y me acordé de cuando él era niño y venía a mi lado a comerse las cáscaras. A tu hermano le gustaba comerse las cáscaras de la papas que yo pelaba cuando estaba chiquito".


Permanecí en silencio, cimbrada por sus palabras. Me hubiera gustado conocerte niño, abrazarte, correr contigo, pero cuando nací ya eras un niño grande y cuando cobré conciencia eras ya un adolescente y así te recuerdo en tus fotos de graduación de la prepa: bien rasurado, con tu piel rosadita, tersa, tirante y juvenil. Tu carita redonda, sin ningún rastro de enfermedad o pérdida.


Tu corazón latió por última vez la mañana del 6 de mayo de este año. Sólo han pasado dos meses.


Y este corazón que aquí late, esta cajita rítmica en mi pecho te extraña tanto.


Te extrañamos tanto, Nenito.



viernes, 3 de mayo de 2024

Gracias

El mundo se desmorona

a diario

con cada noticia

con cada silencio


Cada día despierto

nombrando un nuevo terror

descubriendo palabras

diagnósticos y síntomas


Entre cajitas de pastillas

y coronas de flores

y el aroma indeseado de las rosas


Tus ojos sobre mí

Tu mano tomando la mía

Tu vientre liso, desnuda

a mi lado respirando

Estamos vivas

Estás aquí

Estoy aquí


Cuando este mundo

pequeñito, ínfimo

donde habito

se desmorona

siempre están ahí

tus ojos

oscuros

encendidos

mirándome

Trayéndome de vuelta.




3 de mayo 2024



jueves, 12 de octubre de 2023

girando, girando y girando

Tengo que entregar una tarea de la maestría pero soy incapaz de escribir un solo párrafo. Tengo toda la tarde así, de hecho el malestar me llegó tempranito y no lo hablé con nadie. Es como si otra cortina se hubiera corrido encima de mí desde hace más de un mes. Puedo ver, sí, pero no veo nada claro.

Me mantengo funcional: hago mis comidas, tomo suficiente agua y ya me río de los chistes que se cuentan a mi alrededor.

El mundo no se detuvo cuando murió Joseph y tampoco se detuvo cuando murió mi papá. Sí se detuvo pero no se detuvo ¿me explico? la que gira sobre su eje, desorientada, pagando el agua, la luz, comprando comida como si nada hubiera sucedido soy yo.

Y aquí sigo, preguntándome si las cosas hubieran sido diferentes de haber hecho las cosas distinto o siquiera si me hubiese podido despedir. La tanatóloga me canceló la cita de mañana, no pasa nada. Siempre habrá otro jueves.


Los extraño, ojalá no se hubieran muerto así.
Esto es demasiado para un corazón como el mío.





jueves, 21 de septiembre de 2023

Mi papá, quesito oreado y caldito de papas

 Un día desperté y me sentí enferma

enfermó también Lluvia, quien dormía plácidamente a mi lado

yo vivía sola, ella estaba de visita

y teníamos la instrucción de no salir:

"hay que detener la cadena de contagios

estamos en pandemia, virus aquí y allá"

tenía un hambre y una desolación

un miedo de morir, de que ella muriera

estábamos bien, oxigenando arriba de 90

pero estábamos solas

"ah, un caldito de papas con la receta de mi 'amá" pensé

pero no podía salir

tenía papas, tenía cebolla, tenía tomates, 

chiles verdes en el refri

pero no tenía queso

pero no podía salir

"hay que detener la cadena de contagios"

me recosté en la cama pensativa, ideaba alguna otra receta

pero nada tan afín se me ocurría

"hay que detener la cadena de contagios,

el caldito de papas lleva papa en cubos, chile, cebolla y queso

un caldillo de tomate, ajo y sal"

y entonces como una aparición la voz de papá frente a mi reja

"hija, sal" y me asomo en la ventana

era él, no tenía idea de cómo ni por qué pero era él

me visto rápido, salgo apresurada, avergonzada

(él nunca supo que yo dormía junto a una mujer

o tal vez siempre supo, no lo sé)

traía en el rostro una sonrisa enorme como siempre

y entre sus manos amorosas un queso oreado 

envuelto cuidadosamente en papel

justo lo que necesitaba

justo lo que me hacía falta

sentir su amor, sentir su mirada sobre mí

sentir que me quería aunque no me entendiera

sentir que como él decía, yo era su única estrella

justo lo que necesitaba

un quesito oreado

mi papá ahí, inesperado


Esa tarde hice el mejor caldo de papas del mundo

mi papá tiene veintisiete días que partió de este plano

que cruzó el ancho río

que decidió ser libre para siempre






miércoles, 9 de agosto de 2023

Transitando el Rubicón

 

Ahí lo verán pasar en un Rubicón


Mamá y yo en la sala como siempre viendo series un sábado

Juntas, silentes, plácidas

“fulano cruzó el Rubicón”, dijo flemático un personaje de Downton Abbey (está buena, recomiendo)

Y pienso “vaya, el Rubicón es otra cosa”

Rubicón, como los carros

Rubicón como la canción de Peso Pluma

Pero más que nada

Rubicón como el jeep de mis sueños guajiros

El Rubicón es un río en el nordeste de Italia

“alea iacta est” gritó Julio César una noche y su ejército lo cruzó en busca de sangre y tierras

“la suerte está echada”


“Cruzar el Rubicón”, leí en internet

Es una expresión utilizada para aquellos que pasan por una situación delicada y no pueden dar paso atrás

(Como tú)

Transitar el Rubicón

perder el paraíso infantil

enfrentar la sobrevida

Un Rubicón, tu rostro, un blunt, el cielo

Tu foto en las dunas

De pie sonriente frente a un jeep

¿será un rubicón?

Tu playera polo verde, tus lentes como siempre oscuros

“ahí te vieron pasar en un Rubicón”

Y así fue

También tú cruzaste un río del que no es posible regresar


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(Te adelantaste, hermano, luego nos veremos)