jueves, 22 de diciembre de 2016

Hace días que mi cabeza hace mucho ruido, de ese ensordecedor e indescifrable como el de los televisores que se quedan sin señal ("el canal de las hormigas"). Quise salir a correr y el cuerpo no me lo permitió, estaba exhausta, demasiado ruido, demasiada luz, demasiadas ásperas las sábanas. Creo que el único sentido que nunca voy a recobrar del todo es el olfato, y es una pena porque de ahí viene el gusto.

Al fin hoy pude descifrar unas cuantas cosas y me di cuenta que ese ruido inhabilitante era miedo, un miedo terrible de vivir el mundo.

Aún así me obligué a salir: iba a cortar la ruta porque oscurecía pero me dirigí al parque. Iba a cortar la ruta cuando vi el camino solo, nadie corría pero seguí caminando hacia el lago y al llegar ahí los patos comenzaron a graznar alterados y nadar hacia mí, me quité los audífonos y los escuché primero en coro enardecido y después en la silueta de sonidos que creaban al nadar y volver a sus asuntos. Estaba oscuro, estaba sola y claro, sentía miedo. Levanté la mirada y vi los reflejos de las luces amarillas sobre el lago: esto, me dije, es la vida.




domingo, 17 de julio de 2016

Una vez en la secundaria la maestra de informática (¿Angélica?), en uno de sus exámenes, dejó una lectura breve al final, no iba a ser evaluada ni nada, sólo quería que la leyéramos. La lectura en cuestión hablaba de los vertebrados e invertebrados y describía cómo los invertebrados tenían un exoesqueleto duro que protegía su cuerpo blando bajo este, y cómo parecían duros por fuera. Después explicaba cómo los invertebrados ofrecían al mundo su blandura, pero por dentro eran fuertes, tenían un esqueleto que los sostenía
Al final de la lectura decía algo como "más allá de la taxonomía, tú, alumn@ ¿qué quieres ser? ¿un invertebrado que ofrece siempre su parte más rígida al mundo, pero al romperse su caparazón, muere? ¿o un vertebrado que ofrece al mundo su parte más blanda, porque sabe que por más que lo lastimen por dentro es fuerte, porque quiere experimentar el mundo?


Pues bueno, en este momento de mi vida vale, sé que quiero ser un vertebrado, pero uno con la piel dura, como los elefantes, para que ya no duela tanto. Estoy cansada de que poner el cuerpo, de que esta empatía, este amor, esta ternura, esta vida me duela tanto.