martes, 5 de julio de 2022

poema solar

 

Me encontraba en una papelería muy vieja y gris y la dependienta me mostró una fotografía tan vívida del mar que me horrorizó. Vi las crestas iridiscentes de las olas danzando en aquella imagen y sentí miedo al reconocer la isla de la Piedra, de los Venados y aquel amado malecón siseando colorido por la costa.

Era Mazatlán, el amargo y amarillo mar de Mazatlán, por donde soplan ráfagas de nombres (este por supuesto es un guiño a Gilberto Owen).

Supe entonces que soñaba. El mar está ahora muy lejos.

 

Tuve esta visión porque estaba en pleno desapego de mí misma,

le llaman también sinestesia si eres hombre,

Histeria, locura si eres mujer

Aleksandr Scriabin veía colores al escuchar música, dicen que veía los sonidos,

Que así compuso su Prometeo, un poema de fuego

Por algo el círculo dodecafónico se llama círculo cromático

Yo digo que no es nada del otro mundo

No existe la frontera entre los sentidos

O será que ya me estoy quedando arriba

O será que soy mujer y me obligan a hacer mil cosas al mismo tiempo mientras intento cada segundo

Recoger los pedazos con una sonrisa en el rostro

 

Me encontraba en una papelería muy vieja buscando qué hacer,

Tenía veinte años, estaba de verano científico en un pueblo de Puebla

Envié solicitud para hacer una investigación sobre música sacra con un renombrado doctor

Docto según él en historia de la música

Viajamos una compañera, un joven, él y yo

Nos quedábamos en la misma habitación de hotel entre pueblos

Y el doctor no hacía otra cosa por las tardes

Que beber pulque y refresco mientras hablaba de la madre de la chica

Y la tomaba por la cintura mientras ella reía divertida

En broma, claro

Una broma

Como él mismo, que muy doctor en historia de la música

Y la que interpretaba las viejas partituras en los archivos polvorientos era yo

A mí me eligió por lista, no por bonita

Para hacer su trabajo en la academia.

Renuncié por asco, por tristeza y decepción

Y también por miedo

-Este pendejo ni siquiera sabe leer partituras y yo aquí trabajando para nada-

 

Por algo el círculo dodecafónico se llama círculo cromático

Y por algo los doctores del SNI son intocables

Por algo no me gusta la academia

Y por algo veo una postal del mar y puedo oler la brisa salada,

hundirme

sé que hay una vida más allá

 o Díganme ustedAs quién no está a un vaso roto de distancia de ahora sí volverse loca

 

 

Julio 2022

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