domingo, 20 de noviembre de 2022

Para Lluvia 



Las señoras que se gustan

Se empeñan en gustarse

Más allá de los miles de kilómetros

Que se dice que las separan,

Se envían libretas, libros, cartitas

Las señoras siempre ven la manera

De amarse sin pudor,

De volar a sus treinta, sus cuarenta o cincuenta y tantos

Las señoras que se aman

Ahorran por meses

Y toman aviones, autobuses,

Taxis, colectivos para reencontrarse

Con ella, con ellas mismas

 

Y cuando sus familias, sus amigas les preguntan

¿no te da vergüenza?

O un cauteloso ¿crees que vale la pena a estas alturas?

Las señoras que se gustan

Que se aman

Que se saborean

Clavan sus ojos hacia dentro,

Evocan todas las veces

Evocan todas las voces

Todas las mares,

Un dedito anhelante por aquí

Una pierna danzando por acá,

Un tomarse las manos al cruzar la calle

Un despertar suavecito

suabesitos

Y se ríen bajito o fuerte

Cada una a su manera

¿vergüenza de qué? –responden

¿cuál pena?

Si no hay gozo más hondo, más tierno, más honesto, generoso, más complejo, más cálido y oscuro

Si no hay misterio más gozoso

Que amar y ser amada

Por una igual

Una mujer

Una semejante.

domingo, 28 de agosto de 2022

 

Existo desde siempre en esta esquina de la Campiña, las calles, como yo, tienen nombres de flores y árboles: sauces, jacarandas, naranjos, abetos.

Existo desde siempre en esta esquina –claro, hasta donde puedo recordar-, mis hermanas árboles del parque que se encuentra cruzando la calle dicen que no tenemos principio ni fin y yo les creo, tomo su palabra con fervor florido: son las grandes abuelas que sobreviven a las calles de concreto que nos puso encima la urbanización de los hombres. Remataron nombrando a este sector “La Campiña” y todas estamos de acuerdo en que el nivel de su cinismo no tiene comparación: antes éramos río, el río Tamazula. Nuestro nacimiento, aunque no tiene un sitio definido, puede rastrearse a la Sierra Madre Occidental, nuestra madreabuela ancestral con la que también somos una. Nacimos en Sinaloa pero también en Durango, en Baja California y en Jalisco. Cada tanto me gusta asomarme a ver cómo andan las demás en Zacatecas y las abuelas volcanes en Colima.

Todo va bien pero a la vez no tan bien. Cada que talan una de mis pequeñas raíces la gran madreabuela solloza en todas partes, cada que algún malintencionado en el parque hunde el filo de alguna navaja coqueta en una abuela árbol siento mis ramitas tensarse y me sale una nueva espina ¿no les conté, soy, por ahora, un pequeño arbusto espinoso, me coronan florecitas entre verdes y rosadas que forman hélices de dos alitas. Soy la más vistosa y al mismo tiempo la más invisible. Estoy un todas partes.

Ayer por la tarde cruzó una chica que hacía un año humano no reparaba en mi esquina, no me reconoció porque mi vestido anterior era de girasoles y florecitas guindas. Se le veía triste en aquel entonces, bastó una mirada para reconocer en ella la traición y mil preguntas. Se detuvo a fotografiarnos y siguió su camino.

El tiempo de ambas transcurre distinto, entre nosotras no existen los años, el sol y la luna nos saludan cada día y cada noche, aprendí de mis abuelas árboles y la madreabuela sierra a cambiar mis vestidos cada tanto para permanecer, ahora soy un pequeño arbusto que una humana sale a recortar cada tanto: la verdad me gusta más este nuevo peinado, algunas dicen que fui domesticada, ya no soy el alto girasol silvestre que los hombres que pasaban solían lastimar, soy un arbusto de casa que florece complacida.

Yo sólo pienso: aquí estoy, aquí permanezco, existo desde siempre, soy todas las flores al mismo tiempo.

Y bueno ¿qué esperaban? Si antes todo esto era un río.

miércoles, 6 de julio de 2022

una buena variedad de desvaríos

A mi generación también le vendieron la idea de la libertad, nos dijeron que no seríamos como nuestras abuelas o nuestras madres, que nosotras podíamos elegir nuestro camino, era cuestión de echarle ganas a la escuela.

¿Cuál camino? si desde los veinte nos están preguntando que para cuándo el novio y cuando hay novio nos están preguntando que para cuándo la boda y cuando hay boda nos están preguntando que para cuándo el hijo y cuando hay hijo que para cuándo el otro y así se nos va la vida cumpliendo deseos que por más que sean propios bastante tienen de ajenos.

Intenten sobrevivir y hacer lo que se les dé la gana con los estudios que se pudieron sin un esposo o una herencia, a ver si es verdad que somos tan libres y tan autónomas como nos dijeron que seríamos si seguíamos las instrucciones al pie de la letra.

martes, 5 de julio de 2022

poema solar

 

Me encontraba en una papelería muy vieja y gris y la dependienta me mostró una fotografía tan vívida del mar que me horrorizó. Vi las crestas iridiscentes de las olas danzando en aquella imagen y sentí miedo al reconocer la isla de la Piedra, de los Venados y aquel amado malecón siseando colorido por la costa.

Era Mazatlán, el amargo y amarillo mar de Mazatlán, por donde soplan ráfagas de nombres (este por supuesto es un guiño a Gilberto Owen).

Supe entonces que soñaba. El mar está ahora muy lejos.

 

Tuve esta visión porque estaba en pleno desapego de mí misma,

le llaman también sinestesia si eres hombre,

Histeria, locura si eres mujer

Aleksandr Scriabin veía colores al escuchar música, dicen que veía los sonidos,

Que así compuso su Prometeo, un poema de fuego

Por algo el círculo dodecafónico se llama círculo cromático

Yo digo que no es nada del otro mundo

No existe la frontera entre los sentidos

O será que ya me estoy quedando arriba

O será que soy mujer y me obligan a hacer mil cosas al mismo tiempo mientras intento cada segundo

Recoger los pedazos con una sonrisa en el rostro

 

Me encontraba en una papelería muy vieja buscando qué hacer,

Tenía veinte años, estaba de verano científico en un pueblo de Puebla

Envié solicitud para hacer una investigación sobre música sacra con un renombrado doctor

Docto según él en historia de la música

Viajamos una compañera, un joven, él y yo

Nos quedábamos en la misma habitación de hotel entre pueblos

Y el doctor no hacía otra cosa por las tardes

Que beber pulque y refresco mientras hablaba de la madre de la chica

Y la tomaba por la cintura mientras ella reía divertida

En broma, claro

Una broma

Como él mismo, que muy doctor en historia de la música

Y la que interpretaba las viejas partituras en los archivos polvorientos era yo

A mí me eligió por lista, no por bonita

Para hacer su trabajo en la academia.

Renuncié por asco, por tristeza y decepción

Y también por miedo

-Este pendejo ni siquiera sabe leer partituras y yo aquí trabajando para nada-

 

Por algo el círculo dodecafónico se llama círculo cromático

Y por algo los doctores del SNI son intocables

Por algo no me gusta la academia

Y por algo veo una postal del mar y puedo oler la brisa salada,

hundirme

sé que hay una vida más allá

 o Díganme ustedAs quién no está a un vaso roto de distancia de ahora sí volverse loca

 

 

Julio 2022

viernes, 6 de mayo de 2022

 a Charlotte Lucas, a mis amigas y a todas 


quiero estar súper high con mis amigas echando unos drinks en un restaurante caro donde jamás podríamos comer, pagar sin mirar la cuenta escuchando a dualipa, reír y dejar de tener en mente que el plan de retiro de todas es morir antes de ser incapaces de cuidar de nosotras mismas o producir cash; ir en roadtrip juntas a la playa cantando las 200 copas de la poeta Karol G

evadir

para siempre la idea de que somos cuerpas precarias, explotadas sin palancas, sin herencias,  sin futuro, sin inglés, sin cuarto propio y sobre todo, sin voluntad para sacrificar nuestro placer para pagar casuchas por el resto de nuestras vidas


el infonavit y el cuerpomático y el matrimonio con un hombre son lo mismo que endeudarse con un banco y ninguno es hoy en día una opción

en todos terminas pagando con tu tiempo y con tu vida intereses infladísimos que 

-acéptalo-

nunca tuviste opción de rechazar


mayo 2022