miércoles, 12 de julio de 2017


Quién diría que aquella noche vería tu espalda cansada cruzar la puerta por última vez.

Cómo elaborar una despedida,
carne de mi carne,
herida de mi herida
si compartiríamos un cigarro pronto, como cada vez.

Quién pensaría que aquellas manos amorosas
que tantas veces se tendieron hacia ti
para incorporarte tras tus infantiles
infinitas caídas
serían las mismas manos que sacarían del agua tu cuerpo hermoso
Tu juventud acribillada.





abril 2017

No hay comentarios:

Publicar un comentario